Organizaciones como la Asociación Colombiana de Medios de Información, la Fundación para la Libertad de Prensa, la Sociedad Interamericana de Prensa y Voces del Sur, muestran su preocupación por la polarización de las campañas de Rodolfo Hernández y Gustavo Petro, a la Presidencia de la República.
Las organizaciones defensoras de la libertad de expresión resaltan los riesgos de la retórica utilizada contra los medios de comunicación durante la actual campaña electoral en Colombia, lo que de acuerdo con su criterio intenta disuadir el ejercicio de la libertad de prensa, reduce la diversidad de información y limita el contenido al que pueda acceder la ciudadanía. También siembra inquietudes profundas sobre cual será el clima para la labor periodística bajo el gobierno del que resulte elegido este 19 de julio.
La situación es tan compleja, que esta semana el periodista guajiro Nacho Araujo, fue increpado al aire en el noticiero de la emisora Maravilla Stereo en la ciudad de Valledupar al referirse a una información sobre la campaña del candidato presidencial Gustavo Petro.
En su relato cuenta, que fue tratado con términos desobligantes por el también periodista Julio De la Rosa, lo que considera una falta de respeto, pero a la vez una forma de censura al trabajo diario que realiza, cuando lo importante es que la audiencia conozca lo que representa cada candidato para que pueda ejercer el derecho al voto de manera informada.
Expresó también que cada vez que emitía una nota de la campaña de Gustavo Petro, de manera inmediata De la Rosa, la rechazaba, porque los dueños de la emisora al parecer apoyan la candidatura de Rodolfo Hernández.
“Cuando terminé el informe enseguida entró Julio, ombe para que Nacho Araujo, humillado ante la gente de Petro, se arrodilla, hasta de idiota útil me trato al aire, a lo que le respondí que al único que me le arrodillaba era a Dios”, expresó.
El periodista Nacho Araujo, desde hace más de dos años venía prestando sus servicios como corresponsal al noticiero de Maravilla Stereo, que se emite de cuatro a cinco de la mañana. Adicionalmente también se desempeña como corresponsal para el noticiero Cardenal de La Guajira.
Pronunciamiento
La Fundación para la libertad de Prensa –Flip– y la Misión de Observación Electoral, expresaron su preocupación sobre la manipulación de la conversación pública en redes sociales, así como por el alto nivel de violencia y desinformación en los mensajes relacionados con el debate presidencial. Un patrón común es que estos ataques se presentan después de que preguntas y publicaciones periodísticas son consideradas negativas para los intereses de una u otra campaña, mediante estrategias que generan intimidación y autocensura.
El voto informado de la ciudadanía requiere un diálogo social genuino, abierto, participativo, plural y transparente. Por ello, la obligación de las figuras políticas, en especial quienes asumen candidaturas, es mostrar un mayor grado de tolerancia frente a las críticas, por encima del que se espera de la ciudadanía. Sin embargo, tanto la campaña de Gustavo Petro como la de Rodolfo Hernández han tenido expresiones reiteradas que obstaculizan el escrutinio de la prensa sobre los candidatos, sus programas, sus aliados y sus financiadores.
La Flip ha documentado 47 agresiones relacionadas con el cubrimiento de elecciones. Doce de estos casos son atribuibles a integrantes del Pacto Histórico, el partido de Gustavo Petro. De la otra campaña, en las últimas dos semanas de la contienda, el candidato Rodolfo Hernández y su equipo de comunicaciones han sido responsables de cuatro ataques.
El contenido de estos mensajes busca implantar la idea de que “la prensa miente”. Asociar a un sector de los medios con ideologías extremistas e imponer cargas políticas pueden incitar la violencia contra medios de comunicación y periodistas.
Se recuerda que frente a las tensiones relacionadas con la actividad política en elecciones y la garantía de la libertad de expresión, los Relatores Especiales para la Libertad de Expresión hicieron las siguientes recomendaciones a los partidos políticos, líderes políticos y personas que ejercen altos cargos públicos:
Adoptar y aplicar medidas, como códigos de conducta, que establezcan normas mínimas de comportamiento para sus personas candidatas a cargos electivos, incluso para hacer frente a los discursos que promuevan la intolerancia, la discriminación o el odio, o que constituyan desinformación destinada a limitar la libertad de expresión u otros derechos humanos.
Abstenerse de hacer declaraciones que puedan promover la intolerancia, la discriminación o la desinformación y, en cambio, aprovechar sus posiciones de liderazgo para contrarrestar estos daños sociales y promover el entendimiento intercultural y el respeto a la diversidad.
Abstenerse de hacer intencionadamente declaraciones falsas o sin sustento que ataquen la integridad de los periodistas, los trabajadores de los medios de comunicación, o los defensores de los derechos humanos.
Por lo expuesto, las organizaciones envían un mensaje general de respaldo a la prensa colombiana y rechazan categóricamente todas las formas de violencia contra la prensa porque ello deteriora el debate público.
En consecuencia, hacen un llamado urgente a:
Los candidatos a la presidencia Gustavo Petro y Rodolfo Hernández para que adopten una directiva clara y pública dentro de sus campañas políticas de respeto a la prensa y establezcan condiciones de diálogo con quienes hacen cobertura sobre su candidatura. En concreto, que se abstengan de cualquier comportamiento hostil y emitan mensajes públicos de respaldo al oficio periodístico y su contribución al debate para demostrar su apertura al diálogo.
Los partidos políticos, líderes políticos y personas que ejercen altos cargos públicos. para que atiendan de manera urgente las recomendaciones de las Relatorías Especiales para la Libertad de Expresión emitidas en la Declaración Conjunta de 2021.
La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que después de las elecciones pueda realizar un análisis de la situación de la libertad de prensa en Colombia y presentar sus recomendaciones al nuevo gobierno.