En Valledupar, los administradores y propietarios de gimnasios están muy preocupados por la grave situación económica que atraviesan sus negocios por el cierre obligatorio impuesto por el Gobierno para evitar la propagación del Covid-19.
Cabe recordar que por sus caracteristicas, los gimnasios son considerados posibles focos de infección debido a la cercanía que suele haber entre sus clientes y que en la mayoría de sus actividades los usuarios dejan secreciones corporales en los implementos de hacer ejercicio.
Con la extensión de la cuarentena hasta el 31 de mayo y de la emergencia económica hasta el 31 de agosto, se desconoce cuando podrán volver a abrir sus puertas al público.
En algunos gimnasios, se han ingeniado alternativas virtuales para seguir ofreciendo servicios a sus clientes, como clases personalizadas por videollamadas o streamings con rutinas de ejercicio; pero esto ha sido insuficiente cubrir los costos de operación.
Marcolino Sierra, dueño de un gimnasio de Valledupar, dijo al diario El Pilón de esa ciudad que solo en nómina debe invertir 11 millones de pesos al mes. Por su parte, Manuel Mancilla, propietario de un gym más convencional, enfocado en uso de pesas y máquinas, reportó pérdidas de hasta 8 millones de pesos mensuales y aseguró que en otros negocios más grandes las pérdidas suben hasta 15 millones.
Lo más preocupante para los gimnasios es que la secretaria de Salud municipal, Lina de Armas, descartó que estos negocios puedan abrir a corto plazo.