Nuevamente el norte de Barranquilla volvió a ser escenario de fuertes choques entre vándalos y la fuerza pública. Por segunda noche consecutiva, la Policía tuvo que contener a un grupo de personas que trató de impedir la realización de la Copa Libertadores en el estadio Romelio Martínez, donde jugaban América de Cali y Atlético Mineiro de Belo Horizonte.
Durante los disturbios, varios ciudadanos lograron grabar cómo los vándalos lograban conseguir piedras para atacar al Esmad. Sus cómplices llegaban desde otros barrios con las rocas, empacadas en maletines para domicilios de comida.
Los motorizados entregaban las piedras como si de un pedido s tratara y luego los vándalos las llevaban hasta la calle 72 con carrera 47 para seguir atacando a la Policía.
Además, otros sujetos conseguían rocas destruyendo los andenes y los locales. Esa escena se vivió tanto el jueves como el miércoles durante el partido Junior vs River Plate.
Para contener la muchedumbre, la Policía tuvo que volver a usar bombas aturdidoras y gases lacrimógenos.