Un caos en la movilidad se vive desde tempranas horas de este viernes por las principales calles y avenidas de Barranquilla y Soledad, a raíz de un bloqueo que mantienen conductores de buses del servicio público.
La protesta se da para exigir justicia por el asesinato de su compañero José Luis Chavez Ardila, de 51 años de edad, quien fue ultimado a bala la noche del jueves cuando conducía una buseta adscrita a la empresa Cooasatlan.
Según la información suministrada por la Policía Metropolitana de Barranquilla, el conductor fue interceptado por dos sicarios en moto a la altura de la calle 66 con carrera 14ª, barrio Villa Estadio y le dispararon en repetidas ocasiones hasta quitarle la vida.
Al parecer, el crimen está relacionado con las denuncias de extorsión que en las últimas semanas han hecho algunas empresas transportadoras del área metropolitana de Barranquilla, por parte de quienes dicen pertenecer al Clan del Golfo.
La semana anterior los conductores de la transportadora Lolaya paralizaron sus actividades por temor a que algo les sucediera durante los recorridos, tras recibir amenazas directas.
Aunque inicialmente las manifestaciones de la mañana de hoy la iniciaron los trabajadores de Cooasoatlan, en solidaridad con ellos se sumaron los conductores de otras empresas.
Entre las intersecciones cerradas se encuentran la prolongación de la calle Murillo, en Soledad; en la Circunvalar debajo del puente de Murillo, en la carrera 1 a la altura de Metrocentro y la Circunvalar, a la altura del barrio 7 de Abril.
La Policía Nacional informó que ha dispuesto de un equipo de investigación para esclarecer los hechos y en coordinación con la Alcaldía de Soledad ofrecieron hasta $40 millones de recompensa por los responsables.