En la India más especialmente en Bangladesh existe un banco de desarrollo comunitario cuyo propósito primordial es prestarle a la gente de escasos recursos, a los pobres, el banco Gramen como es conocido en el continente asiático tiene una finalidad microfinanciera que se basa en otorgar préstamos a microempresarios, madres cabeza de familias y jóvenes emprendedores con el fin de que estos puedan iniciar su vida comercial o económica e ir incidiendo en la disminución de los altos índices de pobreza o desigualdad social que existen en la India, el fundador de este banco es un hombre de origen hindú que le fue nominado y luego otorgado el premio Nobel de la paz del año 2006.
Pensar en que a Colombia o a La Guajira pudiera existir la posibilidad de llegar a tener presencia este banco es un despropósito porque el sector financiero en el país es muy celoso con su espacio, aquí ya casi todo tiene su nombre, pero no está nada mal pensar que una entidad territorial descentralizada pueda por medio de un convenio con un banco iniciar un proceso de desarrollo comunitario micro-financiero otorgándole a microempresarios, jóvenes emprendedores y madres cabeza de familias unos capitales semilla para iniciar su emprendimiento. Esto es posible.
En el municipio de Uribia en el año 2012 se suscribió un convenio interadministrativo entre la alcaldía de ese municipio y el banco agrario: “Convenio interadministrativo para la financiación de proyectos agropecuarios con garantía FAG suscrito entre el municipio de Uribia y el banco agrario de Colombia” este fue el nombre que llevó dicho convenio en donde se otorgaron préstamos a pequeños emprendedores y microempresarios por un valor superior a los 3 mil millones de pesos con bajos intereses, lo más sorpresivo de todo esto es que las personas beneficiaron de estos préstamos fueron muy cumplidos y los deudores con incumplimiento se destacaron por ser pocos. Los wayuú históricamente han sido comerciantes, ellos a lo largo del tiempo han desarrollado sectores económicos tradicionales como la pesca, la manufactura de artesanías, la comercialización de bienes y servicios, cría y venta de caprino, etc., observar estas coyunturas económicas nos puede brindar la oportunidad de disminuir los índices de pobreza y desigualdad social existentes en esta región, un capital semilla otorgado a una madre cabeza de familia de escasos recursos podría ser garantía de que ella comparta beneficios con sus hijos, les brinde educación, comida y vivienda.
Que el gobernador del departamento de La Guajira, los alcaldes de Uribia, Manaure, Riohacha y Maicao (municipios en donde hay más pobreza en el departamento) en su afán de atacar los fenómenos sociales producidos por la pobreza multidimensional observen la diversidad existente de alternativas que se pueden implementar para impedir el incremento de los índices de desigualdad en esta región, fortalecer el turismo, la pesca y demás modalidades productivas que existen para generar una dinámica económica más activa que la actual. Otorgar préstamos es mucho mejor que apostarle al asistencialismo pues este no genera compromiso ni responsabilidad alguna.