Celebramos en la ciudad de Valledupar el evento llamado por nuestra organización periodística ‘Tertulia Cardenal’, basado en el anecdotario de Diomedes Díaz, del cual hicieron parte invitados como Joaquín ‘Joaco’ Guillén, el amigo que siempre estuvo pegado del ‘Cacique’ desde sus inicios hasta el final de su carrera artística; Álvaro Álvarez, ‘Triple A’, el amigo bonachón de Diomedes que le conoció los amaneceres y anocheceres; Elver Díaz, hermano que supo los altibajos desde la infancia hasta el día de su muerte y tres grandes compositores como Marciano Martínez, Aurelio ‘Yeyo’ Núñez y Rosendo Romero.
Y qué decir de Orlando Liñán, quien lo interpretó en su novela biográfica.
Lo sorprendente de la tertulia es que el recinto se llenó de personas procedentes de otros departamentos distintos a La Guajira y el Cesar; los llamados ‘cachacos’ y sabaneros son los más interesados en conocer la verdadera historia de Diomedes, y más aún, la gente del interior del país tiene más clara la vida del cantante que nosotros mismos, que somos sus paisanos, o los valduparenses que lo adoptaron como suyos.
Estamos más que seguros que el Festival Vallenato lo hace la gente que viene de afuera y no los que tienen residencia en Valledupar, porque muchas familias salieron de esta ciudad para la temporada del Festival. Ese mismo fenómeno ocurre con los barranquilleros para el Carnaval, cuyas danzas la hacen la gente de estratos bajos, pero lo disfrutan los extranjeros y personas fuera del Atlántico, o qué decir del Reinado Nacional de la Belleza, que se llena de turistas y no de cartageneros. Lamentablemente esa es nuestra gente de Caribe, que desprecia todo un mar, el mismo que anhela la gente del interior del país.
Y hablando de vallenato y de festival. El máximo evento folclórico del país sigue teniendo sus bemoles producto de la combinación entre la música con la política, pero detrás de destronar a quienes han reinado con el festival, están a punto de afectar la realización del mismo, simplemente porque recientemente uno de los distinguidos abogados de Valledupar en una pelea visceral y plagado de política dio y dio hasta incomodar a los organizadores del evento, quitándole jurídicamente el Parque de la Leyenda Vallenata ‘Consuelo Araújo Noguera’ y pese a que el alcalde ‘Tuto’ Uhia tiene claro que los familiares de Consuelo con su grupo de amigos son los únicos que saben organizar el festival, las acciones de tutela lo obligaron a que deje a un lado las consideraciones y el reconocimiento a una familia que han engrandecido el folclor.
Para nadie es un secreto que en Colombia, los eventos de gran magnitud son de propiedad de algunas familias y que el Estado por mucho musculo económico que tenga, no da para preparar este tipo de evento.