Lo digo con toda confianza, sinceridad, certeza y convencimiento, merecemos tener presidente, el último que tuvo la costa colombiana fue Rafael Núñez, político, militar y escritor, promulgó la constitución política de 1886 y escribió el Himno Nacional de Colombia, sin duda un representante costeño ilustre. La costa Caribe tiene un gran potencial electoral (6 millones de votos electorales aproximadamente) necesitamos a un líder que nos convoque y aglutine, que nos lleve a conseguir el fortalecimiento de nuestra dignidad, desarrollo y progreso.
Al analizar la historia cada vez me convence más que la decisión adoptada en 1903 por Panamá fue la más acertada, si no se hubieran emancipado de Colombia sería hoy día una región abandonada, rezagada, rodeada de pobreza fruto de un inclemente trato histórico del centralismo estatal, así como lo es San Andrés y nosotros aquí en La Guajira, la idea de que un paisano (costeño) nuestro llegue a la Presidencia de la República no solo es un llamado a la esperanza, sino también a la reconstrucción de una autonomía violentada y resquebrajada por diversos factores atávicos e históricos, de 25 presidentes desde 1886, 14 han sido de Bogotá, 5 de Antioquía, 3 de Boyacá y 3 del Tolima, acá en la costa llevamos un siglo eligiendo a los del interior del país en presidencia, para luego recibir a cambio de eso un trato desdeñoso y negligente, estamos mamados de eso, ¿Cuándo será nuestro turno?
Tenemos que hacer que el país nos brinde la confianza y nos dé esa oportunidad, no nos puede ganar el prejuicio del costeño folclórico y flojo, sobre el costeño capaz y decidido, nuestra gente no carece de competencias y aptitudes necesarias para asumir tal responsabilidad.
Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico, Magdalena, Cesar y La Guajira, son departamentos que a lo largo de su historia han sido vistos por el frío país político Andino (los del interior) como una circunscripción electoral que únicamente sirve para elegir presidente, extraerle riquezas e impuestos (producimos el 15% del PIB nacional), el análisis que propongo es que entendamos que siempre hemos tenido en nuestras manos las facultades y el poder de cambiar nuestro destino colectivo.
Unificar los pensamientos políticos de los habitantes de la costa Caribe colombiana sobre una consigna que nos equipare bajo una sola ideología política, crear un movimiento social que genere confianza, que una a las masas y nos motive, en la costa no queremos seguir mendigándole a Bogotá la elaboración de Conpes que en su gran mayoría son letra muerta, creo que la visión nuestra debe ser más ambiciosa, nuestro interés es mucho mayor, merecemos muchísimo más.
Tener un presidente significa la obtención de un espacio superior para la costa en el poder nacional, creo que lo merecemos, vivimos en un atraso generalizado de todas las necesidades sociales, educación, salud, saneamiento básico. La pobreza y la miseria hacen gran parte de nuestra realidad, tenemos la dignidad social degradada, un posible cambio en el futuro depende de la manifestación popular que tomemos, para esto debemos ponernos todos una sola camiseta y dejar atrás los intereses por los partidos políticos, este interés no solo debe estar situado en lo público sino que debe transcender también a lo privado, siempre hemos estado bajo fracturas impuestas por la polarización, eso nos ha impedido progresar, la desunión nos devora, todo depende de nosotros.