En lo corrido de 2024, las muertes por desnutrición en La Guajira se han reducido en un 45%, según un informe del INS (Instituto Nacional de Salud). Hay que tener en cuenta que este porcentaje es una comparación con el año inmediatamente anterior, en el que se reportaron 22 casos. Sin embargo, la disminución se explicaría por el retorno a los niveles reportados antes de la pandemia.
La región sigue encabezando la lista de lugares con mayor mortalidad infantil por hambre, a pesar de los esfuerzos gubernamentales para mitigar el problema; la situación sigue siendo crítica en nuestra guajira, donde muchos menores no están recibiendo las raciones del Programa de Alimentación Escolar (PAE), un problema que debe ser muy bien vigilado para que no se agrave por la corrupción y la falta de cobertura adecuada, las acciones del Icbf no han sido tan contundentes, ‘La Palabra’ empeñada por el señor gobernador es seria, pero necesita ser apoyada por los gobiernos locales más los del norte de la península.
En su momento, el Ministerio de Salud reconoció el incremento en la desnutrición infantil en Colombia (La Guajira está dentro de este análisis). El análisis de la tendencia de la morbilidad entre los años 2017 y 2023 observa una tendencia al aumento en la identificación de casos nuevos de desnutrición aguda, pasando de 10.641 casos en 2017 a 24.226 en, obteniendo el mayor impacto en el período posterior a la pandemia por Covid-19.
Las características particulares de este fenómeno en el territorio son las siguientes: Los niños entre 1 y 4 años representan el 74% del total de casos de desnutrición infantil en La Guajira el 89% de los niños con desnutrición hacen parte del régimen subsidiado, el contributivo aporta solo el 3% de los casos. Esto se traduce en que el 100% de los casos pertenecen al estrato socioeconómico bajo, gente pobre con hambre.
En este contexto sigue la desnutrición infantil azotando a La Guajira: ya van 35 niños fallecidos en 2024 y hoy nos encontramos con ‘Una Perla’, con una postura de la Dian frente a la misión que hoy tiene el banco de alimentos con miles de familias que atienden.
La preocupación por la posibilidad de que el Banco de Alimentos que funciona en nuestro territorio sea cerrado es serio, por cuenta de un millonario cobro que le está haciendo la Dian. Se trata de una deuda de unos 300 millones de pesos que con el retroactivo sumaría unos 800 millones y que se están cobrando de manera inmediata; ni rajan ni prestan el hacha.
La falta de acceso a agua potable es otro de los factores que contribuyen a esta crisis. Muchas familias dependen del agua que reciben de un carro tanque o del agua de lluvia que logran recolectar, ya de todos es conocido que parte de la solución para complementar en parte lo que hace el banco de alimentos, eran los famosos carro tanques y todos ya conocen este capítulo de muchas políticas desacertadas. Los niños no toman agua potable esos niños deberían estar recibiendo el agua que supuestamente regalarían los carro tanques, a veces recogemos agua de la lluvia.
A pesar del incremento de casos, en el informe de la cartera de salud se reportó una disminución en la mortalidad por esta causa, gracias a la detección temprana y a intervenciones centradas en los territorios de difícil acceso. Sin embargo, no es un panorama generalizado, pues en el departamento la amenaza sigue latente.
un llamado al Gobierno nacional para que tome medidas efectivas y permanentes contra este flagelo. Las cifras de los niños que mueren a diario por este flagelo no obedecen a la realidad. Por el contrario, como muchas ONG de Derechos Humanos y muchos actores como el banco de alimentos le han hecho muchas invitaciones al Gobierno nacional para que trate de mitigar este flagelo de una vez por todas.
En la capital del país, los casos de desnutrición aumentaron de 972 en los primeros cuatro meses de 2023 a 1.024 en el mismo periodo de 2024. En La Guajira, los casos subieron de 504 a 691 en el mismo lapso.