Como Euclides González, fue identificado por las autoridades el presunto homicida del médico Jesús María García Oñate, asesinado la mañana de este viernes 19 de abril en el municipio de Villanueva, sur de La Guajira.
Este hombre habría sido quien accionó el arma de fuego y disparó en tres ocasiones contra la humanidad del galeno, quien en ese momento se dirigía en su camioneta hacia el estacionamiento del Hospital Santo Tomás, donde se disponía a comenzar su turno como médico general.
El Comando del Departamento de Policía Guajira en un comunicado de prensa informó:
“El día de hoy en el municipio de Villanueva, en una rápida reacción de la Policía Nacional, se logró la captura en flagrancia del presunto homicida del Dr. Jesús María García Oñate, médico del Hospital Santo Tomás de este municipio.
Durante la detención, se encontró en posesión de este particular, un arma de fuego tipo revólver, calibre 38, con 12 cartuchos, de los cuales 3 estaban percutidos.
El capturado junto con el arma de fuego incautada, fueron puestos a disposición de la Fiscalía URI de San Juan del Cesar por el presunto delito de homicidio.
El Departamento de Policía Guajira continuará trabajando arduamente para garantizar la tranquilidad y el bienestar de la comunidad”.
Las autoridades del municipio de Villanueva en cabeza de la alcaldesa Cielomar Peñaloza, adelantaron un consejo de seguridad extraordinario, desde donde rechazaron este primer caso en la modalidad de sicariato que se registra en esta localidad.
En el encuentro en donde participó el Ejército y la Policía Nacional así como el Secretario de Gobierno, se establecieron medidas de forma inmediata para garantizar y restablecer la seguridad de los ciudadanos y se reafirmó el compromiso de trabajar de manera articulada con la Fuerza Pública y administración, para la prevención de futuros actos violentos.
Se pudo conocer que Euclides González luego de ser aprehendido por la patrulla del cuadrante de vigilancia de la Policía, fue llevado hasta la Estación, no obstante, allí tuvo que intervenir el Ejército Nacional y miembros de la Policía de otros municipios aledaños, ya que la comunidad estaba enardecida y pretendían hacer justicia con mano propia.