Mi compadre Rafael Manjarrez me invitó al lanzamiento de la candidatura de su hija a la Alcaldía de su pueblo natal, La Jagua del Pilar.
Allí la doctora Ivón Rosana Manjarrez Ustáriz, médico de profesión, especialista en auditoria y calidad de salud, daría el gran inicio a su campaña, Día de la Virgen del Carmen. Me encomendé a la virgen, salimos de Valledupar en medio de los petardos de la pirotecnia en honor a la santa patrona y llegamos a La Paz y Manaure en medio de lo mismo.
En compañía de mi esposa (no le gusta la publicidad) y mi hijo Víctor Manuel, seguimos hacia El Plan por senderos estrechos ribeteados por tupida vegetación, atravesamos arroyos secos y pedregosos con estragos de crecientes violentas. Mi esposa se puso nerviosa, el automóvil tiene que ir sobre la placa huella; dar paso al que viene en riesgo de quedar atascado. Es necesario mejorar la vía y colocar flechas indicadoras de ruta a seguir.
Entramos a El Plan en medio de los cohetes. Vi a Juan Áñez, un amigo incondicional y muy apreciado por la Dinastía Romero, ya se iba y lo llamé. Él me llevó hasta donde estaba mi compadre Rafael Manjarrez, después del saludo; casi de inmediato, mi compadre tomó el micrófono y se puso a cantar. Entonces declaró a El Plan “santuario de la música vallenata”. Seguramente la doctora Ivón colocara esa placa allí.
Me di el gusto de saludar a el número uno de la radio en Valledupar, Javier Fernández, con su hermano Luis Fabián. Me saludó “el gran” Tico Mercado; saludé a Tito Bornachera, Juan Segundo Lagos, Ivo Luis Díaz, El ‘Triple A’, Álvaro Álvarez; ‘El Bola’ Negrete, los hermanos Iguarán, el presidente de la Fundación Festival Cuna de Acordeones, Raúl Hernández, que allí se dio las manos con Javier Socarrás, ambos gozan del aprecio en Villanueva. Estaba Magalis Molina, el poeta cafetalero Eliécer Rodríguez ‘El Yezca’, el exgobernador de La Guajira, José Jaime Vega.
Llegó Marciano Martínez, me dicen que fue ‘El Churo’ Díaz y Fabián Corrales, me falta gente. Canté tres canciones con el rey de reyes Almes Granados, y me despedí con mucha alegría de mi compadre ‘Rafa’.
El Plan tiene el encanto de ponerlo a uno feliz, todo el mundo estaba feliz. Fue una gran convocatoria, con gran éxito. Yo me acordé de los versos de ‘Poncho’ Cotes Queruz: “Una parranda en El Plan en casa e la Vieja Sara, el acordeón de ‘Toño’ Salas que nunca podré olvidar”.
De regreso tomé la vía de La Jagua, más lejos, pero mi esposa viajó más relajada.